jueves, 4 de diciembre de 2008

en una noche de madura como esta

se me ocurre pensar que no hay muchas cosas que puedan causarle más satisfacción a una pendeja que decirle a un chongo "no quiero estar con vos (aunquesatmosREcalientesambos), estoy lastimando a equis, que es mi amiga, sabés que te quiere"

nada o prácticamente nada podría causarle más propio regocijo que el destruir con el último dardo venenoso la imagen de la -amiga- que se quedará desde el revuelque siguiente en adelante completamente afuera de la vida de él (tan afuera estaba de antes) (tan afuera quedará en general por lo que experiencia me dicta ella también después del revuelque, a los chicos no les gusta que las mujeres seamos tan-tan poco leales entre nosotras por ganárnoslos)

en noches de frutamadura como esta

me voy cayendo del árbol, me voy desprendiendo, me caliento de pensar en la pendeja de mierda y lo que va a conseguir, me desespera ver que

el golpe magullón está tan cerca

y me deprime

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